Probablemente hayas llegado a casa alguna vez después de haber realizado alguna actividad física intensa con una sensación de cansancio muy grande, pensando en lo bien que vas a dormir esa noche y no hayas conseguido descansar. Cuando amaneces con sensación de cansancio, no podemos afirmar que hemos tenido un sueño de calidad, aunque hayamos dormido una cantidad suficiente de horas. El ejercicio físico está directamente relacionado con este indicador que llamamos “Calidad del sueño”, pues nuestro cuerpo reacciona de manera diferente a estímulos diferentes.

Cuando en nuestra rutina diaria, además de dedicarle un tiempo concreto exclusivo a la practica de un deporte, aparecen practicas cotidianas que requieran actividad física como pasear, subir escalones o hacer la compra en el mercado; aunque no se denomine ejercicio la respuesta que el cuerpo y el organismo producen es semejante y ya es un estimulo suficiente para mejorar la calidad del sueño sin utilizar ningún tipo de fármacos. Lo que diferencia este tipo de actividades que requieren trabajo físico del deporte o de la actividad física como tal, es la adaptación del tipo de ejercicios del tiempo de ejecución y de la intensidad de ejecución tanto a la edad como a las limitaciones física de cada persona. Pero está demostrado según numerosos estudios, que, tanto para jóvenes como adultos y mayores de 65, el beneficio que produce en la calidad del sueño la práctica deportiva es relevante de manera objetiva y de manera subjetiva en los individuos que lo experimentan. Aunque es cierto e inevitable que, con la edad, al igual que todos los “mecanismos” del cuerpo humano, la calidad del sueño va empeorando.

Pero hay un momento en que la actividad física no ayuda a mejorar la calidad del sueño, y es cuando esta se ha realizado de forma tan intensa que ha producido dolor muscular, tardío o no, y esta consecuencia muscular nos va a provocar numerosos trastornos en el sueño como despertares y además nos va a provocar un retardo importante a la hora de conciliar el sueño; como dejábamos entrever en el inicio de este post.

Es por eso que la labor del Educador Físico Deportivo es tan importante para nuestra salud, pues si la dosis de ejercicio físico no es la correcta puede ser perjudicial. En este caso estaríamos hablando de un indicador concreto de la misma, la intensidad de ejercicio en base a su beneficio en la calidad del sueño, y esta debe ser la suficiente para conseguir que nuestro organismo se active de manera importante, pero sin llegar a producir ese dolor muscular que nos indicaría exceso de esfuerzo. Así se conseguirá que las hormonas que nuestro organismo segrega al activarse nos ayuden a encontrar tras el ejercicio un momento de relajación muscular, y por su puesto mental, ya que el tiempo que le dedicamos a la practica deportiva requiere una atención de la mente que la hace “despreocuparse” por un tiempo de todo lo que exige la vida cotidiana.

Realizar actividad física con electroestimulación integral es una manera sencilla, rápida, cómoda y eficiente de estimular el organismo para segregar esas hormonas de las que hablábamos que os hacen mejorar la calidad del sueño. En BodyQuick conseguirás realizar en 20 minutos la actividad física correspondiente a cuatro horas de actividad tradicional, siempre planificado, controlado e implementado por un profesional cualificado. Y como mucho en dos sesiones a la semana, mantendrás el tono muscular y activarás el organismo para poder conciliar ese tan ansiado sueño de calidad.

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