RECOMENDACIONES GENERALES PARA PREVENIR LESIONES DE RODILLA
- Utiliza calzado apropiado: Asegúrate de usar zapatos deportivos con un buen soporte para los pies y amortiguación adecuada. No siempre un calzado con mucha amortiguación es la mejor opción. Zapatillas «minimalistas» como las que habitualmente utilizamos el equipo de BodyQuick pueden ser una buena opción en ciertos casos.
- Alterna diferentes superficies: Evita realizar siempre la misma actividad en la misma superficie. Cambiar de superficie, como pasar del asfalto a la tierra o utilizar una colchoneta para hacer ejercicios en casa, puede reducir el estrés repetitivo en las rodillas.
- Controla tu técnica: Aprende y utiliza la técnica adecuada para realizar actividades físicas, especialmente aquellas que involucren movimientos que puedan poner tensión en las rodillas. Consulta con un entrenador o profesional para asegurarte de estar realizando los movimientos de manera correcta.
- Calienta antes de hacer ejercicio: Realiza calentamientos adecuados antes de iniciar cualquier actividad física. El calentamiento ayuda a preparar los músculos y las articulaciones, incluyendo las rodillas, para el movimiento y reduce el riesgo de lesiones.
- Realiza actividad física con regularidad: Mantener una rutina regular de actividad física ayuda a fortalecer los músculos alrededor de las rodillas y a mejorar la estabilidad de la articulación. Esto puede reducir el riesgo de lesiones.
¿CÓMO READAPTAR UNA LESIÓN DE RODILLA?
Aquí hay algunos pasos generales para la readaptación de una lesión de rodilla:
- Obtén un diagnóstico preciso y asesórate con un especialista: Consulta a un médico o fisioterapeuta especializado en lesiones de rodilla y/o a un readaptador de lesiones para obtener un diagnóstico preciso y recibir recomendaciones específicas sobre la readaptación.
- Controla la inflamación y el dolor: Si hay inflamación y dolor en la rodilla lesionada, sigue las indicaciones de tu médico para controlarlos adecuadamente. Esto puede incluir el uso de hielo, medicamentos y terapias físicas. En muchos casos, la inflación cumple una función regeneradora de tejidos, déjate llevar por tu fisioterapeuta de confianza para acelerar el proceso de recuperaciónTrabaja en la movilidad y el rango de movimiento: Realiza ejercicios suaves de movilidad y estiramientos para mejorar la flexibilidad de la rodilla. Esto ayudará a mantener la movilidad y prevenir la rigidez.
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Fortalece los músculos alrededor de la rodilla: Realiza ejercicios de fortalecimiento específicos para los músculos que rodean la rodilla, como los cuádriceps, los isquiotibiales y los músculos de la pantorrilla. Esto proporcionará estabilidad a la rodilla y ayudará a prevenir futuras lesiones.
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Trabaja en el equilibrio y la propiocepción: Realiza ejercicios de equilibrio y propiocepción para mejorar la estabilidad y la coordinación de la rodilla. Esto ayudará a evitar desequilibrios musculares y a prevenir nuevas lesiones.
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Gradúa la carga y la intensidad del ejercicio: A medida que avanzas en tu programa de readaptación, aumenta gradualmente la carga y la intensidad de los ejercicios. Esto permitirá que la rodilla se fortalezca de manera segura y se adapte a la actividad física.
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Adapta tus actividades según sea necesario: Durante la readaptación, es posible que debas hacer modificaciones en tus actividades habituales para evitar movimientos o deportes que puedan poner demasiada tensión en la rodilla lesionada. Ir de menos a más es esencial
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