Nos gustaría aportar nuestro granito de arena en forma de consejos sobre entrenamiento y ejercicio físico ya que consideramos que es la «medicina natural» que será una ayuda más para mejorar la calidad de vida de las mujeres afectadas con cáncer de mama. Para ello nos gustaría compartir la información que nos ofrecen estos estudios.

Hacemos hincapie en que cada circunstancia es diferente y que siempre debemos consultar a oncología en caso de duda. Estos estudios son aplicables cuando las circunstancias lo permitan

¿Pueden entrenar y hacer ejercicio de media o alta intensidad tipo HIIT las pacientes con cáncer de mama?

Sí, según demostró este estudio https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28325109 en el que participaron 26 mujeres con cáncer de mama entrenaron durante 6 semanas una rutina que incluía 2 días de ejercicio físico por semana. Del grupo, unas mujeres hicieron sesiones de entrenamiento aeróbico de alta intensidad por intervalos tipo HIIT y entrenamiento de fuerza y el grupo de control realizó actividades del día a día.

Los resultados fueron muy positivos en el caso de las mujeres que hicieron ejercicio:

  • mejoraron su consumo máximo de oxígeno en un 12%
  • mejoraron su fuerza un 25%
  • mejora de la calidad de vida

¿Qué ejercicio es mejor para las pacientes con cáncer de mama?¿Entrenamiento de fuerza, aeróbico o una mezcla?

En el estudio https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30302542 querían saber las consecuencias de actividades deportivas en personas con cáncer de mama en el inicio de la enfermedad respecto a:

  • calidad de vida
  • funcionalidad
  • fatiga

Los resultados dejaron claro que el entrenamiento de fuerza y el entrenamiento de fuerza junto con el aeróbico obtuvieron las mejoras más sustanciales en la reducción de la percepción de fatiga y la mejora de la funcionalidad. Los resultados, en este caso, en la mejora de la calidad de vida se vio menos influida por las variables.

Entonces, ¿es bueno que las afectadas con cáncer de mama realicen ejercicio antes, durante y después?

, la revisión sistémica siguiente análisis https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30601270 quería demostrar los beneficios del ejercicio físico independientemente de las variables que se investiguen. Los resultados fueron que las intervenciones de entrenamiento ya fueran ejercicio aeróbico o de fuerza, ya fuera suave, moderado o fuerte,mejoraron:

  • la funcionalidad
  • fuerza y agarre manual
  • la calidad de vida
  • porcentaje de grasa
  • redujeron la ansidad
  • reducción del IMC

Cuál sería la conclusión respecto a entrenamiento y cáncer de mama

Las conclusiones son claras:

  • hacer ejercicio como prevención siempre sería interesante
  • entrenar desde el comienzo de la enfermedad, durante y después de superarla
  • buscar un ejercicio físico que permita la máxima adherencia para que sea sostenible
  • el respaldo y consejos de los médicos es clave antes de iniciar cualquier actividad, así como acudir a profesionales del mundo del entrenamiento personal para que los programas sean seguros y efectivos

Os dejamos también una guía de ejercicio físico y nutrición de la Sociedad Española de Oncología Médica https://seom.org/seomcms/images/stories/recursos/Guias_Nutricion_Ejercicio_Cancer_Mama.pdf

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