No hay una única respuesta a esta pregunta, ya que la mejor opción puede variar dependiendo de los objetivos personales, las preferencias y las circunstancias individuales de cada persona.

Lo que debes tener en cuenta antes de hacer fuerza o cardio al principio:
1. Objetivos de entrenamiento: Si el principal objetivo es el entrenamiento de fuerza, es recomendable realizarlo antes del cardio. El entrenamiento de fuerza requiere de energía y fuerza para levantar pesas y realizar ejercicios de resistencia, por lo que hacerlo con energía y músculos frescos puede resultar en un mejor rendimiento y mejores resultados en términos de ganancia de fuerza y masa muscular.
2. Objetivos de pérdida de grasa: Si el objetivo principal es la pérdida de grasa, la evidencia científica sugiere que el orden del entrenamiento (cardio antes o después del entrenamiento de fuerza) no parece tener un impacto significativo en la pérdida de grasa. Lo más importante para la pérdida de grasa es el déficit calórico, es decir, quemar más calorías de las que se consumen, independientemente del orden del entrenamiento.
3. Nivel de energía y preferencias personales: Algunas personas pueden sentirse más enérgicos y preferir hacer el entrenamiento de fuerza antes del cardio, ya que así pueden dedicar toda su energía y concentración al levantamiento de pesas. Otras personas pueden preferir hacer el cardio antes del entrenamiento de fuerza para calentar y preparar su cuerpo antes de levantar pesas. Lo más importante es escuchar a tu cuerpo y hacer lo que te funcione mejor en términos de energía, rendimiento y disfrute del ejercicio.
4. Tiempo disponible: El tiempo disponible para hacer ejercicio también puede influir en el orden del entrenamiento. Si se dispone de poco tiempo para el ejercicio, puede ser más práctico y eficiente hacer el cardio y el entrenamiento de fuerza en la misma sesión de entrenamiento, independientemente del orden.

No hay una respuesta única sobre si es mejor hacer el entrenamiento de fuerza antes o después del cardio, ya que depende de los objetivos personales, las preferencias y las circunstancias individuales pero para que nos entendamos: si tu objetivo es mejorar el rendimiento en deportes de resistencia quizá sea mejor hacer primero cardio, pero para todo lo demás: mejor hacer fuerza.

No te olvides de la planificación

Uno de los problemas al hacer primero cardio es que si es demasiado intenso y te quita energía suele desembocar en que la parte de fuerza se realiza con menos intensidad y/o acaba por «dejarse a medias». 

De igual forma, si la parte de fuerza se hace primero con una alta intensidad y después hemos planificado una sesión igualmente intensa de cardio corremos el riesgo de no cumplirla.

Por eso, a veces es interesante hacer un día cardio y un día fuerza, para también evitar el efecto de la interferencia que se genera en el entrenamiento concurrente

En caso de no poder hacerla en días distintos, hay que plantear la rutina de esa jornada de forma realista y marcando las prioridades.

 

Si tienes dudas puedes consultarnos para ver qué opción se ajusta más a tus necesidades y objetivos. 

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