La flexibilidad, la amplitud de movimiento o ROM son diferentes acepciones para denominar la movilidad que los músculos aportan a nuestras articulaciones. Es la cualidad física con mayor dificultad de mejora desde pasada la adolescencia y por lo tanto a la que habría que aplicarle una rutina más específica para que el cuerpo posea mayor elasticidad e incluso para ayudar a sentirnos más “joven”.
Para poder mejorar nuestra flexibilidad debemos conocer uno de los grandes errores: diferenciar el trabajo específico de flexibilidad con una programación y unos objetivos marcados; del trabajo rutinario de flexibilidad, conocido en la vida cotidiana como estiramientos, que toda persona que practica algún deporte realiza bien antes, bien después o en las dos ocasiones. Así pues, se debe dejar claro los dos requisitos indispensables para mejorar esta capacidad:
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Conocer los puntos de origen e inserción del músculo que queremos trabajar y el recorrido o movimiento que este realiza, para poder aislarlo lo máximo posible sin que este se vea perjudicado o afectado por la resistencia ofrecida por otros músculos.
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Para trabajar el rango de movimiento o flexibilidad se deben dedicar sesiones exclusivas de entrenamiento a esta capacidad y no realizarlo después de sesiones de alta intensidad orientadas a la mejora de otras capacidades y no por ejemplo después de entrenar con electroestimulación, HIIT, musculación u otras actividades exigentes.
Un programa específico dedicado a la mejora de la amplitud de movimiento o flexibilidad, debe iniciarse con una sesión a modo de evaluación para conocer el rango de movimiento con el que se parte en cada articulación; una vez realizado este “test” se puede iniciar una planificación correcta en la que a medida que se vayan realizando sesiones se desarrollen ejercicios de más nivel y con mayor resistencia.
Existen diferentes métodos de estiramientos que se pueden clasificar en una primera división en:
–estiramientos estáticos (mediante un movimiento lento se llega a la máxima amplitud y se mantiene esta posición varios segundos)
-dinámicos (mediante un movimiento rápido se llega a la máxima amplitud y se vuelve a posición inicial, realizando pequeños impulsos repetidos de menor amplitud de manera intermitente); pero independientemente del método elegido, cada sesión de flexibilidad o amplitud de movimientos debe iniciarse con un calentamiento adecuado específico para así evitar lesiones y rigidez muscular aumentando la temperatura de los músculos a trabajar, ya que así mejoran su capacidad de elongarse.
Recomendamos realizar una planificación con tres sesiones semanales dedicadas exclusivamente a esta capacidad física, si tienes el objetivo claro. Y como en cualquier progresión ir aumentando los parámetros que nos sirvan de indicador en la ejecución de los ejercicios, que este caso sería: la intensidad, el tiempo y la frecuencia de los ejercicios. Por último, daros una breve clasificación de los tipos de estiramientos que existen, para que así cada uno elija el que más se adecúe a sus necesidades.